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Laura

Me llamo Laura y empecé a formarme para trabajar con gatos de casualidad.

Nací en Barcelona y mi familia nunca estuvo formada por miembros gatunos así que cuando me trasladé a vivir fuera lo primero que hice fue buscar la manera de llenar mi vida de pelos. Así, quise adoptar un gatito y en el proceso, los ojos verdes de Brave me llamaron, pero no venían solos, tenían que estar acompañados de los ojos azules de Elsa, porque así consideró su casa de acogida que era la mejor opción para ellas. En ese momento y en ese proceso de adopción, no entendí nada, pero con el tiempo y aprehendiendo de la experiencia puedo decir que la adopción conjunta es de las mejores decisiones que se han tomado en casa.

Con ello, tomé consciencia de la importancia de las casas de acogida y del trabajo que hacen, de entender y atender las necesidades de los gatos, así que me apunté a la aventura de serlo formando una pequeña asociación de protección animal en la que creamos una red de casas de acogida a partir de las cuales buscábamos la mejor salida de ellas para los animales que pasaban desde el entendimiento de cada individuo. Además, para financiar los gastos también ofrecíamos otros servicios como el de catsitter.  

Experiencias mil y una, algunos gatos se quedaron más en casa, otros solo pasaron el tiempo necesario, algunos en tratamiento veterinario otros simplemente con la necesidad de crecer en un entorno seguro, mamis que acompañar en el parto y en los primeros meses de sus bebés, transportes solidarios y salidas corriendo de zonas donde corrían peligro, adopciones y por desgracia, también cesiones, alguna muerte, pero mucha vida y mucho, mucho amor y respeto. Y en esta etapa y ante todas estas experiencias, aprendí a pedir ayuda, y es cuando me topé con el trabajo de Terapia Felina y con Alba en sus filas, caso que tenía, caso en que me acompañaban.

Por ello, con el tiempo, decidí formarme para tener las herramientas con las que acompañar yo a las familias de gatos y poder atender su bienestar. El primer contacto que tuve fueron los cursos que ofrece Terapia Felina en su web, como el de Idioma gatuno, con el que me quedé con muchas ganas de seguir formándome. Después fue la formación de catsitter, donde conocí a Alba, con quien había trabajado con los casos de la asociación, y quien me dio entrada con posterioridad al Equipo de Servicios Gatúnicos. Ahora, estoy cursando el curso de Terapeuta Felina con el que espero acabar de completar mi formación como tal.

En definitiva, cada uno de los gatos que han pasado por mi vida me han enseñado alguna cosa igual que todas las compañeras gatúnicas con las que me he ido cruzando, creo que, si hacemos el trabajo de escuchar, nuestro alrededor siempre tiene algo que contar.

Con mi experiencia pretendo dar un servicio cercano y desde la cotidianeidad de entender que el servicio de catsitter colabora al bienestar de los gatos y por lo tanto, al de toda la familia. 

»LAURA

Mundet y Raval.